R. M. Zingg y los huicholes

Al autor de esta obra de investigación antropológica, Los huicholes,  le hubiera gustado haber nacido huichol: “Si se me hubiera brindado la posibilidad de escoger, en el momento de mi nacimiento, entre la opción de ser norteamericano o huichol, habría elegido esta segunda forma de vida, a pesar de que no conozco ninguna otra en la que me hubiese gustado nacer”.



R.M.Zingg quiere entender el modo de vida de esta etnia que durante siglos ha permanecido apartada de la cultura occidental. Se mete entre los pueblos de la Sierra de Nayarit y por algún tiempo convive con ellos. Él resultado es un extenso trabajo que escribe siguiendo los pasos de otros alemanes como son Konrad T. y Carl Lumholtz.

El omnipresente dios-venado de las convivencias oníricas


Los huicholes son una de las pocas tribus, al noroeste con respecto a la ciudad de México y al centro oeste del país, que sobrevivieron a la guerra de exterminio llevada a cabo por Nuño de Guzmán durante la sangrienta guerra de conquista de Jalisco. Y después continuada  por los  gobiernos mexicanos de la Reforma, el Porfiriato y la Revolución de 1910,  para despojarlos  de sus mejores tierras “y para blanquear un poco la piel de los mexicanos”.


 Todos ellos hicieron la guerra vesánica contra los huicholes. Y este genocidio sigue.  En marzo de 2011 han declarado los huicholes, ante la Cámara de Diputados, y en la comunidad de la Universidad Nacional Autónoma de México, que sus tierras están siendo invadidas por el narcotráfico.

Somos dados a llorar por los genocidios de otras partes pero cerramos los ojos ante el genocidio que está sucediendo, desde hace siglos, frente  a nuestra narices.

"La tortura, desaparición forzada, ejecución extrajudicial y eliminación de comunidades enteras es parte de nuestra historia." dijo Rigoberta Menchú Tum, Premio Nobel de la Paz 1992, en su conferencia magistral ofrecida en la Coordinación de Humanidades de la UNAM (Gaceta UNAM del 20 de octubre  de 2016.

 Sobrevivieron los huicholes  a la conquista espiritual de Roma traida por los españoles y han sobrevivido al asedio de los afanosos lectores de la Biblia de los cristianismos liberales procedentes del norte del continente.

 Pero los huicholes no andan buscando Dios extranjero,están muy a gusto con sus dioses. La existencia de Virikuta no es más ni  menos real que los otros mitos del pecado original,el Nirvana,el Quinto Sol o el Wallala.

Zaratustra, de Nietzsche, dice que: "Todo pueblo tiene su lenguaje del bien y del mal,que el vecino no comprende. Se ha inventado ese lenguaje para sus costumbres y sus leyes."

" México tiene necesidad de sus culturas ancestrales", dijo el Papa Francisco el 13 de febrero del 2016 en México.

 Lo demás,como dijo Nietzsche mismo en Aurora, lo demás es puro  periodismo.

 Lo que quieren los huicholes,y lo han dicho recientemente, (2012) en México y en Canadá, es que los intereses mineros saquen sus manos de su sagrado Virikuta y los dejen vivir en paz. Ellos no se meten  con los católicos ni con los protestantes ni con los laicos.cada quien su modo de vivir, cada quien su modo de creer.

 Con motivo del Día Mundial de la Diversidad Cultural, Ana Bella Pérez Castro, del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de Méxicco, djo que "México es un país pluricultural,conformado por 68 pueblos  indigenas.A diario, sus  más de 15 millones de integrantes reciben expresiones de rechazo por ser considerados inferiores por su especto fisico, idioma,vestimenta y tradiciones...En distintas épocas,con estos argumentos,se les arrebatan  sus tierras,en aras de la productividad y la competitividad,como sucede con selvas y bosques."(Gaceta UNAM,20 de mayo de 2013, Pág.15).





Un proceso semejante relata Louise Erdrich, novelista norteamericana ( con antepasados de la tribu ojibwe) al hablar de la desaparición de un idioma indio: " la desaparición de un idioma  es como un trozo de complejidad histórica que desaparece,una verdad,una criatura.Algo muy similar ocurre con la Naturaleza que perdemos a cada hora por nuestra rapacidad a la hora de obtener recursos energéticos (diario El País,de España, 08.06.13)


 fósiles."
Representación antropomorfa del Sol  Huichol. Artesania huichola, en relieve,de  10 cm x 10 cm.  confeccionada a base de pequeñas cuantas de plastico, montada en madera. Los brazos largos señalan hacia los cuatro puntpos cardinales, con la línea ecuatorial al centro en sentido horizontal. Los  cuatro salientes interemdios son los solsticios de verano e invierno, límites de la trayectoria solar (norte-sur) durante el año.  foto de mayo del 2011.




Música de la mitología huichola


L a obra de Zingg, producto de años de trabajo, una vez que estuvo impresa fue enviada de Alemania hacia Norteamérica. En alta mar el barco en el que trasportaban la edición fue hundido por un submarino inglés y toda se perdió. De alguna manera, de este libro en la edición original, se conservan sólo cuatro ejemplares en el mundo. De una de estas copias, de Fernando Benítez, el Instituto Nacional  Indigenista de México hizo, en 1982, un tiraje de 2 mil ejemplares. 

“Son muchos los antropólogos, sociólogos-dice la presentación de esta edición-, amantes de la mezcalina; peregrinos de la Tierra Mágica  del Peyote que han convivido con los huicholes. Pocos son, sin embargo, aquellos que han conocido el secreto de los shamanes, Zingg fue uno de ellos”.

El aguila bicéfala de los huicholes.La cruz (una roja y otra verde)señalando los cuatro puntos cardinales,los solsticios de iinvierno(21 de dic. y verano 21 de junio) y la línea equinoccial 21 sep. -21 marzo). El conjunto del rombo central indica la posición de las cuatro "esquinas del cielo" señaladas  por el Sol en los solsticios y del punto central al pasar el Sol por el cenit. La greca de la izquierda repite el concepto mitológico.


Una de las anotaciones que hace Zingg es que: “El templo y sus funcionarios son importantes para la organización social huichol y constituyen elementos clave para entender la psicología social de la tribu. Ello se debe a que desempeñan  funciones esenciales para el acondicionamiento  o adaptación del individuo a su cultura, es decir, al esquema de creencias y comportamientos aprobados por el grupo”.

Altas autoridades de los huicholes exponen, ante la comunidad de la UNAM, el peligro en el que se encuentran en la actualidad (foto de marzo de 2011).


La lectura practica que podemos sacar, de esta manera de vivir de los huicholes, es la sanción ritualizada, religiosa,  que hace la comunidad de la ingesta de alucinógenos. Ella  tiene la experiencia y sabe dónde parar, antes que sus jovenes revienten sus neuronas y vayan a dar al manicomio, como sucede con frecuencia con la droga laicizada, individualizada de la ciudad.

En palabras de José Ortega y Gasset decimos que los huicholes es "un activo estar". Andan por todas partes, van y vienen, trabajan, venden sus artesanías llenas simbolismos, estudian.

Se les mira como un grupo en el pretérito porque no han se han dejado tocar por el eclecticismo disolvente de la ciudad y su acelerada carrera por el tener.

El avatar venado, con el que representan al Ser, rige todos los quehaceres de la comunidad. Virikuta es lugar que prefigura lo espiritual, como Roma para los católicos o la Meca para lo árabes.

Se pondera en las ciudades las actitudes políticas, que sobradamente circulan por las calles, en tanto las tesis filosóficas están a buen resguardo en los cetros universitarios. Son las condiciones para que se de la disolvencia, en nombre de eclecticismo.

 La frase completa de Ortega, que viene bien para los huicholes, es "Un constante hacerse así mismo, un constante actuar."(de su obra ¿Qué es filosofía?)


Notese la profusión de símbolos en su ropa





 La vida de los huicholes, como grupo, es un eterno presente que cumple, de manera progresiva, con el único fin de viajar a Virikuta, al encuentro con el Dios Venado, el de sus antepasados y de sus nietos. En otras palabras, viven: "en un campo potencial de la experiencia activa."
(Expresión de F. Copleston)

Recuerdan los huicholes, a semejanza de las cincuenta etnias del territorio mexicano,que el concepto de filosofía perenne es algo en desarrollo,no una cuestión estática y acabada.

Esquema de la mitología huichola

Parte central del Calendario Azteca








El continente indio no murió. De la Tierra de Fuego hasta Alaska el totemismo sigue vivo.  Y más fuerte que antes, del siglo dieciséis, por las pruebas de disolución a las que ha sido sometido, tales como la conquista espiritual, la moderna tecnología de guerra y los virus patógenos para los que no se tenían inmunidad, la tribu sigue.

Henry Bergson, como pocos pensadores occidentales, supo ver en el totemismo una enorme fuerza de integración social. Y, sometido aprueba, el totemismo impide la desintegración del grupo. La tribu vive una filosofía perenne en desarrollo, no una cuestión estática.

Por razones históricas, y necesidades del mercado de trabajo, hay una amplia convivencia con el modelo de la ciudad industrial occidental. Sus hijos juegan ahora en la fábrica, lo mismo que en la política, la cultura y la academia. Y aun en la religión impuesta del catolicismo romano, a la que consideran la gran síntesis de la filosofía con la teología.

El pensamiento occidental juega a absorber el pensamiento indio para desaparecerlo, el pensamiento indio juega a absorber la cultura occidental para enriquecer la suya  propia.

El tótem, como Coatlicue, la diosa azteca, no sólo es un destino espiritual. Coatlicue hunde sus raíces en la tierra. Como la Scarlett O´Hara de Margaret Mitchell cuando exclama: “La tierra en que se vive  y de la que vive es como una madre. Es lo único que justifica que se trabaje, se luche y se muere por ella.”

Las tribus indias americanas siguen encontrando al Absoluto por medio de la danza mágica y la representación del tótem.


Bergson escribió en Las dos fuentes de la moral y de la religión: “La religión tribal es vista en primer lugar como una reacción defensiva contra el disolvente poder de la inteligencia. Abandonada a sí misma la inteligencia aconsejaría primariamente el egoísmo, la naturaleza, vigilante, crea una salvaguarda con las costumbres sagradas.”








H.Taine-tres notas

Hipolito Taine
La ciudad cosmopolita es, en Taine, el lugar formidable para la cultura. En ella se encuentran ideas y modos de vivir. Un arrecife para el eclecticismo nutriente. Es, como la geología, un libro abierto con el requisito que hay que saber leer el mensaje de  las rocas. Si no se sabe leer, todo pasará frente a nuestras narices, sin decirnos nada. O bien cualquier idea nos arrastrará en el eclecticismo disolvente.

Hipólito Taine (Filosofía del arte) dice que para eso se necesita un punto de  partida. Esto es conocer y vivir los  orígenes propios: “Aunque el genio de un pueblo quede abatido por un influjo extranjero, pronto se yergue otra vez, porque la influencia es temporal y el espíritu de un pueblo es eterno. Está ligado a la  carne y a la sangre, al aire y a la tierra…Véase sino cómo los  géneros permanecen puros en medio de la creciente alteración de todo lo demás”.

 Cada pueblo tiene sus valores perenes. En la música y en la literatura. No es un devenir terminado,  fosilizado. Es algo que se reafirma cada día al resistir  cuando las nubes pasan. En las inmensas laderas del Aconcagua hay agujas rocosas que se elevan sobre los detritos. Son testigos  que resistieron a la destrucción circundante.

Un mundo sobrio  no conviene a los dueños del dinero que necesitan generar ganancia. Por eso surgió la ciencia de la mercadotecnia. Estudia mitos, sabores, historia, colores  y costumbres. Casi nada escapa a su influencia. De pronto  vemos colgando de nuestro cuerpo artefactos que no necesitamos y en la mochila  lecturas que fueron escritas desde un equipo de vendedores. Para el verano siguiente todo eso, que hizo tanto ruido,  y que logró convencernos, estará en  el  cesto de la basura: “Cuando la oímos, ya pasada de moda, nos asombramos que aquellas tonterías hayan podido gustarnos alguna vez. El tiempo criba incesantemente los escritos abundantísimos que salen  a la luz cada día y condena a la desaparición aquella obras que expresaban los caracteres más superficiales y menos duraderos”

Más allá un joven comenta que cada tercer día sale una nueva  música pero, en México, al menos, sólo el tango queda. La mercadotecnia  eleva el volumen o redobla los anuncios pagados y  se oye mucho ruido. Pero el tango sigue vivo  en el barrio, como ofreciendo un refugio contra lo banal.

En literatura, para Taine, Shakespeare  rebasa los ordinarios límites del tiempo y del espacio. Es “el más grandioso creador de almas, el más profundo observador de los hombres, el más perspicaz de cuantos  han comprendido  el mecanismo de las pasiones humanas, la sorda fermentación y las violentas explosiones de un cerebro imaginativo, los súbitos desequilibrios internos, la tiranía de la carne y de la sangre, las fatalidades del carácter  y las causas misteriosas de nuestra locura  y de nuestra razón”.

Eurípides y Andrómaca

La pieza de Andrómaca tiene semejanza con la tragedia de Las Traquinias, de Sófocles. En ésta llega a casa un grupo de cautivos hechos en la guerra por Hércules. Su esposa Deyanira entra en desbocados celos contra una joven que va entre los esclavos. Eso desata toda la tragedia.

Andrómaca, esposa de Héctor, es llevada prisionera por Neoptolomeo, hijo de Ulises, cuando tiene lugar la destrucción de Troya. Al llegar a vivir al palacio, y tener  obligadas relaciones sexuales, queda embarazada y tiene un hijo, llamado Moloso.

Esto sucedió en Ftia,Tesalia, frente al templo de la diosa Tetis. Un guerrero es capáz de los más increibles actos temerarios que le llenarán el pecho de condecoraciones. Pero es incapáz de sobrevivir al conflicto, provocado por él, al decidir vivir con dos mujeres.

Hermione, la esposa de Neoptolomeo, es presa de celos patológicos. Amenaza de muerte a Andrómaca. Neoptolomeo está ausente. Andrómaca se enfrenta y le dice que ella fue llevada a la fuerza a soportar esa vida y, al no hacerlo por su voluntad, de nada tiene la culpa.

Hermione es hija Elena y Menelao, los personajes de La Ilíada. Hermione  dice algo que informa respecto de la monogamia. Los que se inclina por la poligamia creen erróneamente que es el  cristianismo el que instauró tal costumbre  como cimiento del matrimonio. Cuando Hermione insulta a Andrómaca le dice: “”No es cosa recta que un solo hombre tenga dominio marital con dos mujeres...Una mujer y un lecho tenga el varón y con nadie comparta la ventura de su esposa en el tálamo”.

Cuando una mujer cae en la tentación de las relaciones polígamas, Hermione nos da su punto de vista  cómo piensa una mujer cuando en su relación marital aparece otra mujer: “Nació celosa  la raza femínea y no pone coto contra las concubinas la que se siente esposa”.

Más adelante el coro exclamará algo que está más allá de estas relaciones y es la vida conflictiva que llevarán los hijos de dos esposas: “ ¡Jamás, jamás apruebo  gemelo amor para los mortales, que no haya en el hogar hijos que vengan de dos madres! ¡Germen de odio en los hogares es que engendra desventuras! “.

Andrómaca ahora es esclava pero en Troya fue una reina y como tal y sin miramientos le contesta a Hermione. Le dice que no son los contratos ante la ley los que retienen en la cama al esposo, sino el amor.  Y menos si la esposa se ha convertido en un ser neurótico: “No por mis maleficios te aborrece tu marido. Es que eres incapaz de convivir con nadie. Ese es el filtro, mujer, no la belleza. Son las virtudes las que cautivan al consorte del lecho. Y tú no”. El proceso de este decaimiento en las relaciones maritales empieza muy al principio del matrimonio, cuando todavía se es joven pero que no cuida su acervo cultural. Andrómaca le dice: “Joven eres, pero  feas cosas dices”.

Hermione teme que a la postre sea  relegada y  el hijo de Andrómaca llegue a ser el sucesor de Neoptolomeo, el rey. Tiene esperanza que no sea así dado el carácter de esclava de la madre Andrómaca y él hijo ilegitimo o bastardo, como se le dice en la obra. Andrómaca le contesta: “¿Qué importa que este niño sea bastardo? Un sol mediocre hace a la tierra dar frutos  ricos, y cuántos  bastardos son más excelentes que los hijos legítimos”. Parece que Hermione no puede tener hijos. Andrómaca le dirá más tarde a Menelao, padre de Hermione: “Tan falso es que por mí está sin hijos”.

Al disponerse Menelao a dar muerte no solo a Andrómaca sino también a su hijo, expresa un pensamiento lógico, propio de todo guerrero, exento de cualquier sentimiento humanitario: “ Por doble ley a muerte están destinados. A ti, te condena mi fallo, a este niño, el de mi hija Hermione. ¡Como que fuera locura dejar que sobrevivan enemigos, hijos de enemigos, si se puede librar de temores esta casa con matarlos!”

 En el último momento Peleo logra detener la doble ejecución. Peleo, ya viejo, es hermano de Aquiles y  abuelo del niño, hijo de Andrómaca (o bisabuelo,ver la aclaració más adelante, a este respecto)

Cuando la situación se ha complicado Hermione piensa en qué o quién la llevó a  ese cuadro de desesperación. Con el ánimo calmado tal vez pudo haber encontrado la solución. Después de todo ella es la reina y Andrómaca sólo es  uno más de los trofeos de guerra  de su esposo. Fueron las mujeres chismosas la que la llevaron a actuar no como una esposa y reina  sino a ponerse al nivel de una  concubina esclava: “¡Visitas de mujeres malvadas me perdieron!  Me decían estas palabras que hacían crecer mi  airado orgullo:”¿Cómo consientes que esa  infeliz esclava, cautiva en la guerra,  participe del tálamo que a ti te pertenece?” ¿Qué necesidad había que yo vigilara a mi esposo, si nada me hacía falta? ¡Grande el caudal, señora y reina de mi casa…bien podía yo tener mis hijos bien nacidos y ella los suyos, semiesclavos, al servicio de los míos”.

Pero es tarde y la madeja está ya  muy enredada. Aparece Orestes,hijo de Agamenon, antiguo pretendiente de Hermione. Al darse cuenta del conflicto por la que ésta pasa, la induce a que abandone el palacio, se la lleva a vivir con el padre de ella y se las ingenia para dar muerte a Neoptolomeo.
Peleo, el anciano protector de Andrómaca y de su niño, cae en el abatimiento por haber perdido a su nieto Neoptolomeo.

Sin embargo esta tragedia al final tiene su deu ex machina. Tetis, diosa con la que Peleo había procreado a Aquiles, desciende del  cielo  y lo consuela. Le dice que estará con ella convertido también en dios. En la obra hay una nebulosa. En la presentación Peleo es hermano de Aquiles y más adelante Peleo, al decir de la diosa Tetis, es padre de Aquiles. Habla Tetis dirigiendose a Peleo: " perdí a mi hijo Aquiles, el que de tí tuve".

En cuanto a Andrómaca, la diosa Tetis la envía a vivir a un lugar llamado Molosia. Le dice que lleve a su hijo,Moloso, y le promete que de ese niño “han de salir reyes. Una larga cadena de soberanos, uno tras otro, tendrán ventura en Molosia”.

En busca del verdadero Netzahualcóyotl

Netzahualcóyotl es sin duda  uno de los grandes poetas del México antiguo. Los mexicanos lo creemos así. Tanto que una enorme ciudad de la actualidad, en el sureste del Valle  de México, lleva su nombre. Se le recuerda como un gobernante sabio. En especial en el cuidado de los bosques y las montañas. De haberle hecho caso, los glaciares en la actualidad todavía tendrían hielo…

 Sus cantos nos hacen volver a pensar, en el trajín de todos los días, en cuestiones como la vida y la muerte. Nos recuerda a Séneca.  También al tirolés Walter von der Vogelwede (1170-1230) cuando exclama: "¡Como han desaparecido todos mis años! ¿He soñado mi vida o fue verdadera?".

Clavijero dice de Netzahualcóyotl  que “el gran amor que tenía este rey  a su pueblo, ayudado de su bello entendimiento, hizo que en adelante  se mirase a Texcoco como la patria de las artes  y el centro del orden”.

No obstante Netzahualcóyotl no es una entelequia. Es una de las figuras del México antiguo que necesita más investigación biográfica y menos fantasía historicista. Visto a la distancia este gran poeta parece más una composición de fotoshop. Algo así como la criatura formada de varios partes distintas del doctor Frankestein.  Lo que conocemos de él, a través de la historia, escrita por los sacerdotes cristianos, entre ellos Francisco Javier Clavijero, en su formidable Historia Antigua de México,  que  era monoteísta, no representaba a  Dios y  no aceptaba los sacrificios humanos. Y era de una humanidad muy grande para con el prójimo.

La flor-metáfora evocada por Neztahualcoyotl. Posición de las "cuatro esquinas del cielo" señaladas por el Sol en los solsticios y el punto central, equnoccial, al pasa por el cenit. En el centro el espacio vacio señalando el lugar del Quinto Sol. (Vasija en el Museo de sitio, lado noroeste, de Teotihuacán, foto del 19 de abril de 2011)


En la práctica Netzahualcóyotl hacía todo lo que dicen que no hacía. Clavijero lo justifica diciendo que creía en lo que acabamos de enumerar pero,” por no incomodar a su pueblo”, seguía en el politeísmo, permitía el sacrificio de prisioneros de guerra y quemaba copal a los ídolos. Y el principio del orden lo llevaba hasta niveles patológicos.

 Hay un afán de hacer de Netzahualcóyotl una vida paralela con el David del Antiguo Testamento. Ordena hacer una guerra, se pone de acuerdo con el enemigo, con el único propósito de  que en la batalla muera uno de sus generales para quedarse con la esposa de éste. Igual que hizo David con su concubina Betsabé.

La flor-metáfora.Glorieta lado sur de la piramidel del Sol, Teotihuacán(foto 19 abril 2011)


Era de una cultura tan elevada que, bajo pena de muerte, no  permitía que se dijeran palabras groseras en su reino. Un hijo de él las dijo, como cualquier joven puede hacerlo en broma. y lo mandó matar. Esta explicación ideal, casi romántica, que da la historia, de seguro esconde eso que se llama “necesidad de Estado”. Pero nadie menciona esa necesidad de Estado. Sino fue necesidad de Estado estaríamos con Netzahualcóyotl ante una figura casi horrible. El más despiadados  de los dictador que quiere controlar hasta la manera de hablar de todos su súbditos, incluida su familia.  O bien alguien perturbado mentalmente  por el poder (duró más de cuarenta años de rey). No sabemos  en realidad que pasó. Aquí, con Netzahualcóyotl, los historiadores compusieron una  figura muy a doc  para sostener una imagen ideal del poeta.

La flor-metáfora (Códice Fejérvary-Mayer).Este codice contiene la figura de Xiuhtecutli, Señor del Fuego. Generalmente el espacio central se muestra vacío. La posición de los pájaros marcan, en sentido vertical, los límites de lo solsticios.


Los dioses nahuas tienen nombre y forma. Todo simbólico representativo. Quetzalcóatl, la serpiente que vuela, que  cambia de piel y después vuela, como el hombre agobiado por sus faltas y enseguida  liviano  después que sale del confesionario o del consultorio del psiquiatra. Xochipilli, el dios antropomorfo con cara de muerto y cuerpo lleno de flores, como el invierno y la primavera, la vida y la muerte. Ehecatl con cara antropomorfa y pico de ave, como el viento que hace posible el devenir espiritual de los hombres sobre su masa biológica. Huehueteotl, el dios del tiempo con su cara llena de arrugas y su espalda encorvada, etc.
 El dios de Netzahualcóyotl no tiene nombre, solo los atributos de Tloque Nahuaque Ipalnemoani, por quien todo existe. No tiene forma. Esta idea es muy apreciada por el pensamiento nihilista. Si no tiene nombre ni forma es que no se ha manifestado al pueblo y queda al arbitrio personal imaginarlo. Es la semilla del pensamiento libertario, no comunitario. El individualismo donde sólo hay uno, no dos, ni mucho menos comunidad, y queda desterrada la solidaridad.

La vírgula voz, el canto de Netzahualcoyotl. Figura zoomorfa, glorieta al sur de la piramide del Sol,Teotihuacán(foto 19 abril 2011).


En realidad Netzahualcóyotl no era así. Sus cantos s e apoyan mucho en la metáfora de la flor. Esta es una idea de la religión nahua que existe miles de años antes que Netzahualcóyotl. Y éste poeta se ajusta rigurosamente a ella. La famosa flor de los cantos del poeta  está ya documentada por las escultura y la cerámica teotihuacanas.  Con la figura de la flor, estilizada en la  cruz de Quetzalcóatl, se edificarían los trazos de la ciudad de  México- Tenochtitlán de los aztecas, más de mil años después que lo de Teotihuacán, todo  dentro del Valle de México. Los cuatro puntos  cardinales, los solsticios, su línea ecuatorial y, en el centro, el vacío acotado, representativo de Dios, el Quinto Sol.




La figura zoomorfa de la izquierda representa el significado del nombre de Nezahualcoyotl: Coyote Hambriento. El rasgo que sale de su boca es la vírgula voz-canto.Ël está sentado sobre el campo de juego de pelota, lugar en el que se jugaba la vida o la muerte y, por ende, la fugacidad de la existencia.


Piramide del Sol,Teotihuacán, desde el suroeste.Teotihuacán se desarrolló del año 100 antes de Cristo al 700 después de Cristo (foto del 19 de abril 2011).


La flor y el canto son las metáforas de los cantos de Netzahualcóyotl. Ambas figuras proceden de Teotihuacán. ¿Por qué un poeta que, se dice,  esgrime  valores tan distintos de su cultura, usa metáforas ancestrales de su cultura?

Netzahualcóyotl, siete cantos

Para que el no-ser llegue a ser, es mediante el verbo, el  devenir, el movimiento, la acción. Cuando cesa el devenir se regresa al no-ser. Este es el discurso de la filosofía occidental. De ahí las expresiones conocidas como “Ser o no ser” de Shakespeare o el “Pienso luego existo, dudo luego existo”, de Descartes, etc.

Si se es por medio de la célula primordial o se es por el soplo divino,  es otra discusión.

En el pensamiento mesoamericano, del Altiplano Central de México, hay la certeza de ser porque somos capaces de ver y sentir la presencia de la flor y el canto. De la flor es la metáfora de la que se sirve Netzahualcóyotl para  sus cantos:
 “ ¡Ah, solamente aquí en la tierra:
Con flores se da uno a conocer,
Con flores  se manifiesta uno,
oh amigo mío”

Nos alegramos por tal presencia. Pero percibimos que la flor tiene una vida tan breve que también nos entristecemos:
“Por fin lo comprende mi corazón:
Escucho un canto,
Contemplo una flor…
¡Ojalá no se marchiten!”

Pero aquí, en principio, el discurso no tiene pretensiones  antropocentristas. Aquí la flor y el canto son préstamos del Inventor de Sí Mismo:
“Sólo un breve instante sea así:
Por muy breve tiempo se tienen en préstamo las flores.
Ya son llevadas a su casa
Y al lugar de los sin cuerpo”




Cuando la flor y el canto se nos retiran, sólo queda el sitio del misterio:”Las flores, los cantos, solamente aquí perduran”.

Netzahualcóyotl  insiste en una cosa, que esta tierra no es nuestro destino:
“No es aquí nuestra casa,
No viviremos aquí,
De igual modo tendrás que marcharte”

Del  pensamiento de Netzahualcóyotl nos brinca otra pregunta. Si aquí estamos por breve tiempo y al final regresamos al sitio del misterio, ¿somos de aquí o somos del sitio del misterio:
“¿Acaso en verdad
Es lugar de darse a conocer
El sitio del misterio?”

Texcoco se localiza al este de la ciudad de México,en la confluerncia de las carreteras 99 y 17


Esa incertidumbre, manejada desde lejos, no gusta a Netzahualcoyotl. Da un paso hacia el antropocentrismo y, decidido, enfrenta al mismo Inventor de Si Mismo”:
“Tú que dominas todas las cosas
Y eres el dador de Vida
¿Eres verdadero?”

Netzahualcóyotl, rey de Texcoco, vivió de 1402 al 1472

J. Steinbeck y el pirata Morgan

Tenía quince años cuando Henry Morgan se fue caminando hasta llegar al puerto de Cardiff. Era tan niño que su madre no le dio permiso para marcharse a las Indias, como él les había comunicado. Su sueño era el de miles de muchachos europeos de esos siglos que soñaban con hacerse del oro y de la gloria en América. Él soñaba con hacerse bucanero y conquistar, y saquear, una ciudad española, católica, de América. No hizo caso a su madre y se fue.

 Morgan es a la sazón un muchacho de apenas quince años de edad pero sabe ya que es lo suficientemente sanguinario como para realizar lo que hasta entonces los más sanguinarios piratas no se han atrevido a hacer. Llevar a cabo el saqueo de una ciudad española y católica. Todo es cuestión de planeación, dice.

Morgan soñaba con su novia cosas agradables y otras que le parecía repugnantes. Pensaba que sin duda había en él algo monstruoso, pues no podía distinguir entre la repugnancia y el deseo. Por el camino encontró a un joven labriego amigo suyo que, en una ocasión había conocido Londres. Muy decepcionado le comentó la impresión que tenía de esa ciudad que eran unos ladrones y ellos, los habitantes de las villas, no tenían oportunidad de trabajo: “Qué oportunidad tenemos tú o yo, por ejemplo, si todos los puestos buenos están ya ocupados por ladrones?”. Para dar idea de la pobreza de su aldea describe la choza donde vivía su novia: “La casa no tenía entarimado, únicamente juncos esparcidos sobre la tierra apisonada. Por la noche dormían envueltos en pieles de oveja, echados en círculo con los pies hacia el fuego”.

En Cardiff conoció a Tim, un tipo que le facilitó encontrar trabajo en un barco que se dirigía a las Indias. Tim era de corazón noble pero le importaba más llenar de oro sus bolsillos. Después de varios días de navegación llegaron a la isla de Barbados. Ahí s enteró que entre Tim y el capitán del barco lo habían vendido “legalmente” a James Flower, dueño de una plantación que era trabajada por “esclavos legales”.

Con todo, Morgan se sentía feliz pues sabía que estaba en el lugar preciso para, en lo futuro, emprender la realización de su sueño. Además con los cinco años que por contrato debía pasar de esclavo, crecería, se haría más fuerte y aprendería a navegar y a conocer a los hombres y a las mujeres.

Poco apoco s e ganó la confianza de James Flower al grado que éste lo liberó antes del tiempo estipulado en el contrato. Hasta le pidió que se quedara a vivir para siempre en el lugar. Lo trataría como a su hijo y lo haría socio regalándole la mitad de la plantación. Pero Morgan se despidió de él diciéndole que tenía que realizar su sueño de hacerse bucanero.

Ser pirata, corsario o bucanero, era toda una profesión de desvalijadores de los mares. Unos “legales” y otros espontáneos. Eran capaces de destruirse entre sí para arrebatarse el botín pero, en determinado momento, los unía el odio contra España. Hacían un feo caldo de cultivo del que en apariencia ningún país era responsable pero donde confluían nacionalismos, religiones, culturas, subculturas, sin culturas, odios ancestrales, deseos de venganza y ambiciones inmediatas. Todo aquel indio o negro, que lograba escapar del dominio español, se unía a los piratas y desde ahí emprendían la venganza contra el poder que los había tiranizado. Cuando abordaban una nave española no se conformaban con matar y robar sino que desplegaban una temible saña asesina. Y, como España era católica, en automático se volvían anticatólicos. No conscientes protestantes, de los que afanosamente leen le Biblia, solo anticatólicos.

Unos piratas estaba mejor armados que otros, unos eran inteligentes y otros no. En el país del que procedían eran héroes y en el país que atacaban eran simples bandoleros de los mares. En algunos de sus países hasta los hacían merecedores a títulos de nobleza y España, a cuanto lograba capturar, les cortaba la cabeza. Los movía arrebatar el oro indígena que surcaba los mares rumbo a España y un somero programa ideológico, que los sostenía con la cabeza en alto y la conciencia más que tranquila, era que estaba llevando la guerra al campo papista:”Esta gente robaba armas y hacía la guerra a España. No es raro pues España era rica y católica, mientras que hugonotes, luteranos y anglicanos eran unos pobres desarrapados”.

Existía un ambiente de piratas en las costas del Mar Caribe, Golfo de México, Mar Atlántico y hasta en el Océano Pacífico, que llamaban “Océano de Occidente”. Eventualmente España lograba tratados de paz con Inglaterra u otros países pero los piratas hacían caso omiso a todo eso. Morgan conoció este ambiente cuando por fin logró hacerse bucanero. En todos esos mares abundaban naves llevando oro, o trayendo esclavos para venderlos en las negrerías de las islas, o en las negrerías instaladas en el camino de la ciudad de Puebla al Puerto de Veracruz, en la Nueva España, México.

Algunos de estos desarrapados en sus países empezaban su vida de piratas por hambre pero la siguiente etapa revelaba su verdadera naturaleza asesina. Cierta literatura y la industria cinematográfica del siglo veinte idealizaron la piratería y hasta la llenó de personajes románticos. La realidad es que la piratería libró a los mismos países, de donde estos procedían, de gente que de otra manera hubiera seguido llenando las cárceles o acabando en el patíbulo. Steinbeck describe la personalidad de un pirata apodado El Olonés. Éste no se conformaba con matar a los españoles de los barcos capturados, sino que llegó a asarlos a fuego lento: “Empezó con un autentico odio a España y acabó con un profundo amor a la crueldad”.
Steinbeck hace nacer la vocación sanguinaria del pirata Morgan de la generación espontánea. Según su vida familiar no había por qué hacerse un cruel pirata. Su hogar, allá en los pequeños valles galeses, era de un ambiente común. Su madre lo quiere y lo protege como el común de las madres. La conducta del padre también es común a la mayoría de los padres.Vivían en buena posición económica. La falta de oportunidades, a posterirori  pudiera esgrimirse pero nadie dice hoy no tengo trabajo y mañana agarraré mi ametralladora para asaltar bancos y matar gente.

Tiene que existir una presión genética a la par de una presión social, para inclinar esas potencialidades hacia un lado o hacia el otro. Schopenhauer duda que la pedagogía pueda hacer mucho contra las pulsiones del individuo. Es una discusión antigua. El ambiente familiar de Morgan, tal como lo describe Steinbeck, no era fábrica de asaltantes y asesinos. Excepto un tío que vive en Las Antillas, entre el ambiente de piratas, rico y que llega a volverse un paradigma para Morgan. El joven Morgan pudo haberse quedado en su apacible tierra y casare con su novia. O meterse a un seminario. Prefirió seguir el camino de su tío.

Morgan conoció a la hez de los mares, que en la novela se le invoca jactanciosamente como la Hermandad de la Tortuga o la Hermandad Libre. A diferencia de los piratas, Morgan no sólo era intrépido y ambicioso sino también inteligente, previsor y calculador. Los otros, después de cada golpe que daban contra las naves españolas, se apresuraban a ir a las tabernas y a los burdeles y no salían de esos lugares hasta que eran arrojados a las calles fangosas, sin dinero, por los propietarios. Henry Morgan, entre tanto, se reservaba, ahorraba para comprar naves y armamento y potenciaba su ambición para conquistar una ciudad española.

Un día Morgan convoca a los capitanes que hacen la Hermandad de la Tortuga para ir a robar el tesoro más grande imaginado por todos ellos. Este tesoro está en La Taza de Oro, como se le conocía a Panamá. Los intrépidos asesinos de los mares tienen miedo pues por acumular tantos tesoros esa ciudad debe estar bien resguardada. Además atacar una ciudad organizada, con soldados disciplinados y murallas fortificadas, no es el estilo de lucha de ellos, que son atacantes del mar, fieros pero indisciplinados. Morgan debió haber leído a Hernán Cortés. Cuando sus fieros capitanes se rehusaban a marchar contra México-Tenochtitlán, sólo les decía el único argumento que podía decidirlos: “Allá está el oro de los aztecas”.
Atacan y logran tomar Panamá. Reúnen una cantidad fabulosa de oro y piedras preciosas. Por esa hazaña de piratería el gobierno inglés lo colmará de honores y le dará un título nobiliario. Además del cargo de vicegobernador. Más tarde Morgan dirá: “Panamá fue una conquista patriótica. El rey lo aprobó. Además, la población era papista”

El reparto del oro lo harán más tarde, en otra isla. Por lo pronto está el saqueo, la violación y el incendio de la ciudad. Cuando Morgan tiene en sus manos la inmensa fortuna, piensa que ese oro no es nada más para él pues tiene que repartir el dinero entre los demás piratas. Es cuando encuentra la gran filosofía de todo depredador: “ladrón que roba a ladrón tiene cien años de perdón”. Pero como el Morgan real es un personaje recreado por un escritor como Steinbeck, Morgan lo dice con estas palabras, refiriéndose a los piratas que lo había acompañado en el asalto a Panamá: “Estos hombres fueron demasiado despreocupados con los derechos de los demás para merecer su consideración. Ellos roban y por eso s e les robará su botín…Estos idiotas no merecen nada. Lo derrocharían en los burdeles en cuanto volvieran a casa”. Pero ¿cómo robar a cientos de expertos ladrones y asesinos de los mares?

Esa noche Morgan hace llevar cuarenta barriles de ron a la playa y muchas mujeres. Los piratas no recuerdan haber tenido una orgía como esa. A la mañana siguiente, cuando despiertan, el barco ni Morgan ni el tesoro están.

El final de la vida de Morgan termina como tenía que terminar. Inmensamente rico pero sin poder reconciliarse con nadie. Y añorando la vida sencilla de su aldea galesa, de sus habitantes que dejó de ver cuando partió para las Indias para realizar su sueño de hacerse bucanero, conquistar una ciudad española y católica.



“Henry Morgan fue un famoso pirata de origen gales nacido en 1635 y muerto el 25 de agosto de 1688. Era hijo de un rico labrador y abandonó sus tierras para acabar viviendo en Jamaica. Poco después de su llegada se involucró con otros piratas como Eduard Mansvelt y Christopher Myngs. En común acuerdo con los gobernadores de la zona y debido a las tensiones entre España e Inglaterra realizó ataques contra posesiones de España en el Caribe sobre todo contra la ciudad de Panamá. En esta última acción demostró tener dotes de líder al lograr obtener una victoria en contra de las circunstancias. Fue nombrado caballero por el rey Carlos II de Inglaterra en 1674 a pesar de los desmanes que cometió durante sus ataques llegando a ocupar el cargo de Teniente gobernador.

Una de sus acciones más famosas fue el saqueo de Puerto Príncipe cuando desembarco en el poblado el 29 de marzo de 1668. Este ataque no resultó una sorpresa como se había planeado ya que los vecinos recibieron noticias del arribo de los piratas y se armaron Los piratas, por su parte, rodearon todas las emboscadas moviéndose por el bosque. A las puertas de la ciudad combatieron con una tropa de caballería a la que vencieron para después proceder a encerrar a los pobladores en las iglesias e interrogar a algunos de ellos mediante tortura para averiguar dónde estaban los objetos de valor. Una de las torturas usadas era dejar morir de hambre a los prisioneros. Al enterarse de un posible ataque en su contra de los españoles decide abandonar el lugar con un botín de apenas 50000 pesos.
Debido a esto la moral de su tripulación estaba a punto de decaer por lo que Morgan tuvo que animarlos y prometerles más riquezas. En ese momento disponía de 8 barcos y 400 hombres y planeaba atacar la ciudad de Portobelo en Panamá que después de Cartagena de Indias y La Habana era la mejor defendida. Durante el viaje se les unió otro grupo por lo cual la tropa de Morgan aumento a 460 hombres y nueve barcos”.

Eurípides y Los heraclidas

Es el eterno tema de los trasterrados. De los que por una causa o por otra dejan su amada tierra donde nacieron y se van a otra. Perseguidos por unos y mal vistos por otros. Por necesidad económica, por la guerra, señalados  por su posición política, ideología filosófica o preferencia religiosa, deben irse. O hasta por comodidad económica, donde su moneda vale más  que en la tierra de origen, allá van a vivir a tierra extraña. De esta manera las poblaciones siempre s e están moviendo. Todas las del planeta.  Nadie puede hacerse la victima única. Pueblo a pueblo, país a país, continente a continente, todos son los trasterrados.

La angustia de los que tocan las puertas del nuevo país (reino en este tiempo del relato) se reflejan en esta súplica dicha por los heraclidas: “Ciudad sin dioses fuera la que cerrara el oído al ruego de extranjeros suplicantes”.

Los Heraclidas son los hijos de Heracles. En esta pieza Heracles ya ha muerto. Fue el héroe o semidiós que en la tragedia Alcestes habló a su padre, Zeus, a favor de Admento para que éste pudiera rescatar del hades a su esposa Alcestes.

Murió Heracles y sus hijos quedaron chicos al cuidado de un anciano llamado Yolao, que fue muy amigo de Heracles. Los niños de hecho quedaron desamparados. Más aun, son perseguidos de cerca por Euristeo, rey de Argos. Siempre huyen guiados por Yolao y al lograr establecerse en otra parte hasta ahí llega la gente de Euristeo para expulsarlos de nuevo. Junto con el anciano Yolao va Alcmena, madre de Heracles y abuela de los niños. Pero ambos protectores son  impotentes, por su edad,  para defender del todo a los niños.

 Al último se van a refugiar a Maratón, 40 kilómetros al noreste de Atenas, cerca de un templo en el que se venera a Zeus. Hasta ahí llega el heraldo de Euristeo para echarlos una vez más. Ahora quiere llevarse cautivos a Argos a los niños Heraclidas. Yolao s e opone. El heraldo se burla del viejo. Forcejean y Yolao cae a tierra. Grita pidiendo auxilio. Los de Atenas llegan e inquieren qué sucede. Desde luego están decididos a proteger a los niños. Demofonte, rey de Atenas, es el que, después de oír los argumentos del heraldo de Argos y el de Yolao, decide proteger a los heraclidas.


 Una de las dificultades de esta tragedia es que el texto presenta contradicciones en las decisiones tomadas. El coro hace ver a los atenienses que habrá problemas con los de Argos por proteger a los heraclidas. La situación se salva si alguien se ofrece a morir como víctima propiciatoria para que los de Atenas ganen  la guerra inminente.

Nadie  está dispuesto a morir voluntariamente para que unos extranjeros se beneficien. Macaria, la hermana mayor de los heraclidas se ofrece para el sacrificio: “Con eso venceréis al enemigo. Aquí está mi vida: la doy de buena gana y no me retracto. Yo lo pregono: muero por salvar a mis hermanos y por salvarme yo misma”.
Después de haber muerto Macaria  ambos bandos entran en combate. Vencen los atenienses y llevan prisionero a Euristeo ante Alcmena, abuela de los niños.

Vencido el enemigo, a los de Atenas parece no importar ya la suerte de Euristeo. Pero Alcmena es implacable: “Enemigo es: provechosa es su muerte”.

Eurípides y Alcestes

Las diecinueve tragedias
Eurípides
Versión directa del griego, con una introducción de Ángel Ma. Garibay K.
Editorial Porrúa
Colección “Sepan cuantos…” número 24
México, D.F. 2006


Pocas maneras habrán de demostrar, llegado el caso, el amor por una persona, como es ofrecer la vida misma a cambio de la salvación de ese otro. Piénsese en Cartone, el personaje de Historia de Dos Ciudades, de Dickens, por ejemplo. Jesús, que murió en la cruz, para salvación de los hombres. El décimo hombre, de Graham Greene,el que ofrece su riñón para salvar a otro o su corazón o su sangre,  etc. La “literatura occidental” abunda en este planteamiento. En México la bella novela de Clemencia, de Altamirano, recurre a esa misma solución.Los que van a  la guerra para defender las ciudades de las que proceden,etc. Todo esto arranca de veinticinco siglos atrás, cuando Eurípides escribió Alcestes.

Tiene otro elemento esta obra. Ante la pérdida de un ser querido, más de uno habrá deseado tener la facultad, o el poder suficiente, de poder regresar a esta vida a quien ha  fallecido. Es el tema de la resurrección.

   Admento va a  morir pero Alcestes, su esposa,  s e ofrece a morir en su lugar, dado el inmenso amor que siente por él.

Alcestes, o Alcestis, era una muchacha muy hermosa, pretendida por muchos. Su padre, Pelias, puso como condición darla en matrimonio al que fuera capaz de uncir a una carreta a un oso y a un león y la condujera en competencia deportiva. El único que aceptó el reto fue Admento, rey de Feres. Llevó a cabo esa condición porque le pidió ayuda al dios Apolo.

Por celos de la diosa Artemis, cuando Admento entró a l tálamo nupcial, esperando encontrar en él a Alcestes, se topó con una serpiente venenosa puesta ahí por Artemis. Apolo intervino con esta diosa para que Admento no muriera a causa de la mordida de la serpiente. Artemis aceptó, pero a condición que alguien se ofreciera a morir en lugar de Admento.

Admento fue a pedir a sus padres que murieran en su lugar pero estos se negaron. Fue cuando su mujer Alcestes s e ofreció a sacrificarse  para salvar a su marido.



El cuadro, que puede parecer muy romántico, es contrastado por la intervención del padre de Admento.  Él y su esposa, madre de Admento, no aceptan morir por su hijo y Admento se lo reprocha. ¿Por qué? tendría que morir por ti, es tu vida y mi vida es mi vida, le dice su padre. Admento le dice que por eso va a morir sin gloria y el padre le contesta: “ Y,¿A mí que la gloria, si muerto estoy?” Y acto seguido señala a  Alcestes, tendida ya sin vida, y su expresión quita toda idea de heroísmo al decir que murió porque “fue loca”.

Heracles llega a la casa de Admento. Éste acaba de perder a Alcestes. Lleno de dolor, no obstante, Admento le da posada y le ordena al siervo: “Guíalo, llévalo, ábrele las puertas, ponlo en los departamentos de los huéspedes. Manda que sea atendido con esmero. Y después, cierra las puertas  del  patio. No conviene que un huésped oiga los lamentos de quienes se deshacen en dolor por un muerto”.

Heracles es un héroe, o semidiós. Heracles es hijo de Zeus y de Alcmena, mujer mortal. Cuando Heracles precisaba ejecutar algo, que ahora llamaríamos un milagro, invocaba a su padre del Olimpo. Alcmena tenía a su esposo mortal, llamado Anfitrión. Cuando éste supo que el padre del niño era Dios, ya no quiso tener relaciones maritales con Alcmena.

Al nacer el niño hombre-dios, llamado Heracles, su madre lo abandonó en el campo. Zeus envió a Atena a recogerlo  y se lo llevó a Hera, quien lo amamantó. De ahí su nombre Heracles. Hera, al darle el pecho para que el bebé comiera, lo apretó tanto que la leche se le salió del pecho, con tal fuerza, que regó el cielo y ese fue el origen de la Vía Láctea. Este lío entre los olímpicos no viene al caso para nuestra historia de Alcestes. Sólo es una anécdota  para explicar un poco el contexto del Olimpo en las ocasiones en que Zeus  se metía entre las sábanas de las mortales.

Ya instalado Heracles en la casa de Admento empieza a darse cuenta que en el lugar hay luto.  Piensa que algún  amigo o tal vez familiar de Admento haya sido el que falleció. Cuando se da cuenta que fue precisamente Alcestes, la esposa de Admento, comprende que un hombre de tan noble sentimientos, que no sólo no le negó hospedaje sino que le ocultó su tragedia para que no se sintiera incómodo, merece que se le ayude. Es cuando pide a su padre Zeus que le permita derrotar a la muerte. Eso no ha sucedido nunca. Pero en esta ocasión se da la resurrección y Alcestes es arrancada del Hades y devuelta a su esposo.

 Incrédulo, Admento Exclama: “’Dioses, qué diré? Esta es una maravilla no esperada. ¡Es mi mujer, es mi mujer la que yo miro…   “
Heracles le dice: “Tu esposa es. No es otra la que miras”.

Para escribir…de alpinismo

La objetividad es un requisito para escribir de alpinismo. Esto se consigue de tres maneras. Si se es capaz de escuchar y de observar. Son  elementos para escribir una reseña de excursión o una historia de alpinismo.

Escuchar y observar es lo que recomienda Hemingway a quien necesite escribir, ya sea como vocación o como profesión. Lo mismo hacía y recomendaba Oscar Wilde. Ponía atención a lo que la gente hablaba, aun de lo que parecía la charla más banal. En algún momento saltaba una frase, o una idea, y él estaba atento para pescarla al vuelo. La desarrollaba y de ahí salía un cuento o hasta una novela.

Pero escuchar requiere una disciplina difícil de dominar. Por lo general no se escucha. No se escucha a los que hablan oralmente o a los que hablan por medio de la escritura. Esto sin dejar de lado que se habla más por medio del gesto corporal o la  mímica natural.


Sierra de Pachuca (3,000msnm), Hidalgo, México


Flanco oeste del Citlaltepetl (campamento en los 4,000msnm y cumbre en los 5,700m)
¿Cuántos libros de cultura se leen como promedio al año en este país? Hay países, como México, de muchos escritores y pocos lectores (se leen dos libros por año-persona). Sucede porque se cree tener todas las respuestas. Lo mismo que  en la charla que no se escucha al que tenemos enfrente. Con suma facilidad el yo es desplazado por el ego y de inmediato cortamos la plática para decir lo nuestro que es, desde luego, más urgente e importante.

Y, cuando la reunión es de cuatro o cinco, nadie logra exponer una idea por completo. El ejemplo más redondo de esto es  una tertulia de cantina entre hombres. Tiene que intervenir la mímica para  tratar de imponerse a los otros parlanchines. Los programas matutinos de la televisión, a cargo de cinco o seis mujeres, frente a la cámara, es el pleno concurso de cómo arrebatarse  la palabra. Al final siempre queda el sabor de la vaciedad donde se habló mucho y no se dijo nada. Lo propio en toda conversación sería proceder como en una conferencia de prensa. El periodista hace una pregunta y guarda silencio escuchando lo que el entrevistado expone.

En una carta  Hemingway le reprocha a  Scott Fitzgerald  que ha dejado de escuchar. Fitzgerald es el autor de El Gran Gatsby. Novela que lo colocó en los primeros planos de los escritores norteamericanos de su tiempo, primer tercio del siglo veinte. La fama adquirida le perjudicó grandemente como escritor precisamente porque se dedicó a escuchar las voces propias, y no las ajenas. Hemingway le dice:”Hace mucho tiempo que dejaste de escuchar, salvo las respuestas a tus propias preguntas. Eso es lo que seca a un escritor: el no escuchar. Ves bastante bien pero dejaste de escuchar”.

Desierto de los Leones, México (2,300msnm).


Pared norte del Abanico(cumbre 5,000msnm)
Algo semejante le sucedió a Norman Mailer, autor de la novela Los desnudos y los muertos. El mismo Mailer confiesa que era muy joven  cuando le llegó el éxito. Dice que eso le hizo perder la brújula como escritor por algún tiempo, hasta que por fin salió del marasmo y pudo publicar Los duros no bailan.

L a tercera condición es la veracidad. Cada trabajo escrito con veracidad aporta conocimientos de los que se servirán los escritores alpinos que vendrán después de él. Más  que leerse, la veracidad se huele. Si hay consistencia en el dato formará parte de la historia, de otra manera se desechará.

Otra cuestión distinta es la composición lírica. Para escribir una obra de ficción, como sería cuento, novela o poesía, se necesita una cosa más: la imaginación. Aquí es donde muchos se acalambran. Tiene miedo de dejar  la playa de la objetividad y lanzarse al mar de la imaginación. Soltarse, pensar en voz alta mediante los caracteres escritos. Lo que se hace imposible, debido a los calambres, es el comienzo. Pero, si se dejan de lado las maneras complicadas, resulta fácil  de escribir, por ejemplo: “Instalamos las tiendas en el límite del bosque”, después siguen, de la manera más fluida, diez o cien o quinientas cuartillas.

Con la imaginación se pueden lanzar hipótesis de la manera más amena posible, proporcionar información sustentable  y cabalgar sobre las doradas nubes de la fantasía. Tres  ejemplos. La novela alpina El primero de la cuerda, de Roger Frisón Roché. Y la novela histórica Salambó, de Flaubert. Ambas novelas proporcionan más información real que las más sesudas historias en sus respectivos géneros.

En abril del año 2010 publicamos Escalando con Schopenhauer. Creemos que ningún trabajo alpino mexicano, hasta la fecha, proporciona tantos datos de escalada, en la pared norte del Abanico (vertiente norte del Popocatépetl), informa de la inseguridad social que ha penetrado en las montañas de este país, el retroceso que han sufrido los glaciares, debido al incremento de la temperatura local y global, la presencia de la lengua y la cultura náhuatl, etc., que este… Y, en efecto, después de intentar mil comienzos, de los más complicados y afectados, que sonaban por demás falsos, empezamos así: “Instalamos las tiendas en el límite del bosque”…

Eurípides y El Cíclope

Autor: Eurípides
 Título El Cíclope
Actor: Odiseo-Ulises

Hace mucho tiempo, aun varios siglos antes de Cristo, los hombres trataban los mismos temas que ahora. Sólo que en lugar de modernas y líricas composiciones sicologistas, escribían en metáforas.

La metáfora llana sería la figura del Cíclope que aprisiona y devora a los humanos. Que bien puede no ser otra cosa que el habito de fumar, alcoholismo, el comer hasta la obesidad o del sano descanso cuando se convierte en  sedentarismo patológico… Muchos vamos por la vida prisioneros del Cíclope.

El Cíclope de Eurípides contiene además una metáfora doble, en la solución que le da a su obra. La liberación de ese mal que esclaviza a los hombres. Y es la muerte del Cíclope. El fin de  nuestros hábitos patológicos. Pero esto es doloroso. Traído a terrenos comunes, la liberación a su vez exige una ordalía. Donde la curación es casi peor que la enfermedad. Al modo de una cirugía donde es necesario cortar para extraer el tumor.

El Cíclope parece una aventura de literatura para niños, de héroes griegos que regresan de Troya y van haciendo hazañas y todas esas cosas que disparan la imaginación de niños y adultos. En realidad se trata de una dura advertencia de que nuestros instintos nos pueden llevar a terrenos donde somos vulnerables.

Muchos hombres hay que son correctos ciudadanos, trabajadores, buenos padres de familia o dedicados estudiantes. Pero que a la mañana siguiente, de la noche de borrachera, están en el panteón o en la cárcel por pleito o por manejar borrachos.

 Ulises-Odiseo, el de Ítaca, de regreso a su casa, de la guerra de Troya, navega y es empujada su nave por los vientos hasta dar con las playas de Sicilia, en el volcán Etna (montaña de 3,580 metros sobre el nivel del mar).  Se encuentra a unas criaturas conocidas como sátiros. Ulises se entera por uno de ellos, llamado Selenio, que aquella es  una tierra habitada por cíclopes. Seres raros con un solo ojo en la frente. Son crueles, los esclavizan obligándolos a trabajar y viven en las cuevas de la montaña volcánica. Son antropófagos y de vez en cuando comen a algún prisionero, así como hace el pastor con sus ovejas. Los náufragos que el mar va arrojando a esas playas son capturados por los monstruos y  los devoran.  Selenio le cuenta: “Nadie llega a esta tierra sin que sea luego engullido”.



En un momento el Cíclope le expondrá a Ulises cuál es la filosofía de su vida: “¿Los dioses? ¡Qué dioses! A nadie ofrendo yo oblaciones. Mira cuál es mi mayor dios… ¡esta pancita linda! Comer, beber, día tras día, ¿Para qué hace falta Zeus?”

Ulises relata a detalle cómo el Cíclope descuartizó a dos de sus compañeros para después “tostarlos al fuego”. Ulises se apresura a  ganarse la confianza del Cíclope cuando le da de beber  el vino que trajo en sus naves. De todas maneras el Cíclope le advierte: “Cuando acabe con tus compañeros, terminaré contigo comiéndote”. Ya para entonces Ulises-Odiseo  tiene un plan para acabar con el monstruo: emborracharlo y una vez en el suelo clavarle una estaca en el único ojo. Así lo hace y logran escapar.

Es necesario señalar que aquí el vino es usado por Ulises como una arma para debilitar al enemigo, el Cíclope. En la historia de la humanidad eso no es raro. Una oración que elevaban  los aztecas a  Tezcatlipoca, el dios más grande de todos los dioses, para dominar a sus enemigos, decía: “¡Vuélvelos borrachos!”

Es sabido que un pueblo borracho es fácil de esclavizar pero el secreto nos lo dice Eurípides y es esconder la mano que sirve el vino, ese “Riente don de Dioniso”. Al principio el Cíclope le había preguntado a Ulises cómo se llamaba. Me llamo Nadie, había contestado Ulises. Y al final, cuando ya Ulises le ha sacado el ojo, el Cíclope exclama: ¡Nadie me emborrachó!

Pero no se crea que la obra insista en mandar un mensaje moralista. Al contrario, es advertencia perfectamente enmarcada en el mecanismo de la causalidad. Véanse algunas expresiones dichas por Ulises, por el mismo Cíclope o por el coro:

Una bebida en común acarrea riñas, golpes, mojicones.
Querido, si uno bebe mejor quedarse en casa.
Se hartó de vino para su desgracia.
Bellaco, me dio su bebedizo y fue para mí el cataclismo.

Una última expresión y ésta para los que creen dominar el efecto del vino. El vino personalizado, antropomorfizado, es un duro peleador. El corifeo dice: “ El vino es tremendo, es un jugador muy pesado!”

Aristófanes en La Asamblea de las Mujeres

En La República, de Platón, se considera la cuestión, hipotética, de que no debiera haber exclusividad en cuanto a tener relaciones sexuales con nadie. Que, por ley, el asunto quedara a elección libre.
Con base en esta idea, de Sócrates, Aristofanes escribió una comedia llamada La Asamblea de las mujeres.

El siguiente relato es extracto de un trabajo que escribí con título Una taza de café con Aristofanes” (está en este mismo blog). Proxágora es el personaje femenino que encabeza la revolución de estas mujeres griegas. Blépiro, su marido,que no entiende de qué se trata, hace las preguntas.

 Eso fue 392 años antes de Cristo. Las mujeres de Atenas dijeron que la ciudad tenía muchos problemas pero los hombres, por estar parloteando en el Ágora, no hacían nada. Entonces deciden hacerse del mando de la ciudad por medios democráticos. Para ello necesitarían participar en la asamblea legislativa. Pero las mujeres no tenían acceso a ese lugar. No votaban (no votaban muchos siglos después con Rosseau). Entonces se les ocurrió, guiadas por Praxágora, disfrazarse de hombres. Se ponen barbas postizas y ropa de sus maridos. Nadie las descubre y ganan la votación de una nueva ley que proponen.

 Lo primero es abolir la propiedad privada. Poner todo en un fondo común. Incluidas las cuestiones sexuales. Los diversos personajes que intervienen en la comedia, como por ejemplo Blépiro, marido de Proxágora, van haciendo una serie de preguntas de cuestiones que todavía no se comprenden bien de la nueva ley. Proxágora va contestando. ¿Ya no habrá ladrones? ¿Pero qué caso tiene, si todos los bienes son comunes? ¿La casa para dormir? Toda la ciudad será la casa y podrás mudarte a gusto. ¿Ya no podré jugar a los dados? ¿Qué caso tiene? ¿Cómo pagaré mis deudas? Ya no habrá prestamistas. ¿Dónde comeré? Lo que antes fueron los tribunales ahora serán comedores públicos?

Aristófanes


Blépiro se pregunta qué hará un hombre cuando “ ¿ ve a una chica que le gusta y quiere darse gusto con ella, de sus propios bienes le dará un buen regalo y, seguirá gozando de los bienes comunes después de haber gozado con ella? Proxágora responde: “Pero eso podrá hacerlo sin paga: yo también hago que las mujeres sean comunes, para todos los hombres. El que quiera la toma...” Es decir que si había un fondo común, la exclusividad sexual en la pareja no tenía razón de ser. La pareja exclusiva busca funcionar en la propiedad privada, no en la comunal.

Y sigue una serie de consideraciones con lo del sexo. Todas buscarán a las hermosas y desdeñarán a las feas. Pero esto también ya ha sido legislado por la Asamblea de las Mujeres. Hermosas y feas estarán todas juntas. “Si alguien quiere acostarse con una hermosa primero tendrá que darle a la fea”.

Blépiro quiere dejar todo en claro de lo que dispone la nueva ley. “Tal como está previsto, ellas huyen de los feos y se entregarán a los bonitos”. Proxágora ilustra a su marido: “A las mujeres no se les permitirá entregarse a los hermosos, y a los de buena estatura, sino han dado tributo antes a los feos y a los chaparros... De ahí para adelante la mujer puede llevarse a la cama al hombre que ella diga. Conocido, o no, en el momento que una se lo encuentre se lo lleva, si le gusta, y por ley el hombre tiene que obedecer. Si se resiste, porque a él no le guste, la mujer llama al guardia y el otro es obligado a entrar a la casa a tener relacione sexuales.

-Formidable sistema para los hombres y para las mujeres. ¿Cómo fue que no perduró hasta nuestros días? ¿Fue el cristianismo el que acabó con eso? Porque acuérdate que luego aparecieron los puritanos que no permitían que la mujer enseñara ni siquiera una uña del pie.

- No. Fueron las mismas mujeres atenienses. A la postre las bellas y jóvenes perdieron la batalla. Resulta que en esa asamblea legislativa las mujeres de la tercera edad, como ahora ustedes llaman a las viejas, levantaron la voz. Dijeron que quedaban en desventaja frente a las mujeres jóvenes. Estas se llevarían a los hombres a la cama y a ellas no les dejarían nada. Entonces fue cuando se aprobó una cláusula que decía que las viejas tenían prioridad sobre las jóvenes. La ley dice: “ Pareció bien a las mujeres que si un joven quiere tener trato con una joven, no podrá hacerlo, sino da antes a una grande la parte que le corresponde. Y si se niega a cumplir con esta ley y se dedica a la joven, las ancianas tendrán derecho de aprehenderlo y arrastrarlo por las calles bien agarrado de la parte más sensible de su cuerpo”. También protestaron la viejas. Porque hay mujeres de edad pero bonitas. Por eso se me ocurrió que tendrían la preferencia las más viejas y las más feas.

La obra termina cuando una muchacha quiere llevarse a la cama a un joven. Este va encantado y ella también. Pero aparece una vieja y se lo quita. Después otra más vieja y más fea se lo arrebata y finalmente aparece una tercera mujer, más fea y más vieja que las anteriores, y es la que gana pues así decía la ley: “La más vieja y la más fea tiene derecho sobre las otras”. La vieja le dice: “¡Yo no te llevo, la ley es la que te lleva!” Bueno, esa ley se echó abajo y todo volvió a lo de antes. Es decir, que cada quien se atenga a sus habilidades, empatía, dinero, suerte o como quieras llamarle.

La importancia del vivac alpino

Un vivac en las montañas es ante todo un encuentro con la vida, conmigo, con mi mismo, con todo lo que forma parte de mi vida, la familia, los amigos, el pasado, el presente, las tragedias y las alegrías que componen mi dosier, los valores espirituales, la lógica de lo ilógico y hasta salen a relucir las monedas que faltan en mi bolsillo. Todo eso y mucho más se piensa en el transcurso de un vivac colgado de la pared o dormitando sobre la arista. Y, sin embargo, un vivac no tiene la intención de ser una experiencia filosófica sino solamente de resolver un problema de montaña para el cual no alcanzó el día.

La triple cuerda es la manera en que se sube el equipo de vivac para dejar libertad de movimientos al escalador durante la ascensión.


En el valle, en el refugio de montaña, en el albergue o en la pared, durante la escalada, el vivac (llámese campamento o pernoctar) implica permanecer en la montaña más de una jornada. Una travesía por las sierras, una ascensión prolongada o una escalada de cierta altura y dificultad que  exige más tiempo que un día.



Requiere preparativos de equipo para tal fin. Si bien, antes que la cosa, está la idea. Anímicamente se enfrenta un proceso. Las consideraciones objetivas y subjetivas entran en juego. Aun un montañista de medio siglo de experiencia, en estos menesteres alpinos, ve con nostalgia ponerse el sol  tras las montañas lejanas y siente llegar la noche entre los árboles.



Los europeos, que tiene una larga experiencia en vivacs, hasta hablan de “expediciones verticales” Un vivac se lleva cabo desde la incómoda posición de emergencia colgando sobre los estribos, hasta auxiliándose de material moderno que para el efecto se ha fabricado, tales como arneses de paracaídas, hamacas, tiendas especiales, etc.

Hace cinco mil años  dormir en la montaña   era completamente familiar y  natural. Después nos fuimos encerrando en la ciudad. La vida rural se fue trasformando en citadina. Y en esa medida de tiempo, gradualmente, la “naturaleza natural” ya no fue tan natural. Ahora lo “natural” era la ciudad. Los  amados  dioses representativos de las fuerzas naturales fueron combatidos por  la nueva religión que los satanizó y los bosques se llenaron de criaturas demoniacas.  Sin exagerar la nota decimos que hay miles y más miles de ciudadanos que no conocen la orilla de su ciudad. Nacen en la ciudad y mueren en la ciudad. Así pues, dejar la última calle y adentrarse en el bosque, es  toda una proeza.  En todo caso se hará en automóvil  y con los vidrios subidos.



Si alguien tuvo la fortuna  de haber sido llevado  al campo, llanura, bosque o montaña, desde temprana edad, debe considerarse afortunado. Ese proceso subjetivo no será ningún obstáculo mental, todo lo contrario. Encontrará una delicia caminar o dormir bajo las estrellas, o la bruma o la lluvia o la nieve. Ya sólo hay que estudiar qué clase de vivac será necesario hacer. Verano, invierno, 3 mil metros sobre el nivel del mar, 5 mil, valle, arista, a sotavento, barlovento, cielo despejado, nieve, lluvia, etc. Con base en eso se planea llevar el equipo adecuado.



Pero sí, por necesidad, o requerimiento alpino, o como experiencia filosófica o terapéutica, un vivac siempre es recomendable. Cuando vuelva a descender al valle encontrará que, ese   invento llamado ciudad, no es una maldición sino   una cosa verdaderamente  maravillosa. Igual sus  habitantes como sus incesantes inventos tecnológicos y de confort. Ahora él estará en la  envidiable “posición anfibia” por así decirlo. Es de la ciudad y vuelve a ser de la “naturaleza natural”.  Ahora la travesía por la ladera, el desierto,  la pared o la arista  bien puede durar dos días o más

Estas limitantes de tiempo marcaban el estilo de las escaladas en México. Se vio de manera palpable en la conquista de la norte del Abanico, en el Popocatépetl, y en la oeste del Centinela, cañada de Milpulco, lado suroeste de la Iztaccihuatl. Se escalaba lo que se pudiera avanzar hasta determinada hora de la tarde. Después era necesario instalar las cuerdas para el rappel. Conforme  s e iba abriendo camino y colocando clavos en algunos pasos, al día siguiente era posible avanzar otro poco después de subir lo ya conocido. Pero en la tarde de nuevo a descender. Debido a ello la conquista del Abanico se fue logrando por partes.
L a ruta original del Centinela fue por la ruta de  Las Terrazas. L a llevaron a cabo Ubaldo Martínez y escaladores del club Quetzales, de la ciudad de México. En cierta ocasión, cuando por fin consiguieron arribar al reborde de las terrazas, se les hizo de noche. Ya no tuvieron tiempo de descender ni tampoco de salir hacia arriba. Al día siguiente superaron el obstáculo y lograron así realizar la conquista de esa pared. Esa fecha abrió el camino para abordar escaladas que requerían más tiempo que un día.



Al año siguiente logramos abrir la directa en esa misma pared del Centinela. La escalada, a través de un extra plomo, en el último tercio de la ascensión requirió de mucho trabajo de doble cuerda y nos vimos precisados a efectuar dos vivacs.

Después realizamos vivacs, como un fin, en escaladas ya conocidas: repisa superior de la norte de la pared Rosendo de la peña, repisa en la ante cima  de la Pezuña, cumbre de La Colorada, cumbre de Los Panales, etc.

Los dibujos que ilustran esta nota fueron realizados por  Manuel Sánchez. Y  publicados en 1978 en el libro Técnica Alpina, editado por la Dirección General de Actividades Deportivas y Recreativas, de Universidad Nacional Autónoma de México. Permiten vislumbrar algunas posibilidades para vivaquear, en diversas condiciones de terreno. Contienen estos excelentes dibujos una buena dosis de buen humor.

Justificación de la página

La idea es escribir.

El individuo, el grupo y el alpinismo de un lugar no pueden trascender si no se escribe. El que escribe está rescatando las experiencias de la generación anterior a la suya y está rescatando a su propia generación. Si los aciertos y los errores se aprovechan con inteligencia se estará preparando el terreno para una generación mejor. Y sabido es que se aprende más de los errores que de los aciertos.

Personalmente conocí a excelentes escaladores que no escribieron una palabra, no trazaron un dibujo ni tampoco dejaron una fotografía de sus ascensiones. Con el resultado que los escaladores del presente no pudieron beneficiarse de su experiencia técnica ni filosófica. ¿Cómo hicieron para superar tal obstáculo de la montaña, o cómo fue qué cometieron tal error, o qué pensaban de la vida desde la perspectiva alpina? Nadie lo supo.

En los años sesentas apareció el libro Guía del escalador mexicano, de Tomás Velásquez. Nos pareció a los escaladores de entonces que se trataba del trabajo más limitado y lleno de faltas que pudiera imaginarse. Sucedió lo mismo con 28 Bajo Cero, de Luis Costa. Hasta que alguien de nosotros dijo: “Sólo hay una manera de demostrar su contenido erróneo y limitado: haciendo un libro mejor”.

Y cuando posteriormente fueron apareciendo nuestras publicaciones entendimos que Guía y 28 son libros valiosos que nos enseñaron cómo hacer una obra alpina diferente a la composición lírica. De alguna manera los de mi generación acabamos considerando a Velásquez y a Costa como alpinistas que nos trazaron el camino y nos alejaron de la interpretación patológica llena de subjetivismos.

Subí al Valle de Las Ventanas al finalizar el verano del 2008. Invitado, para hablar de escaladas, por Alfredo Revilla y Jaime Guerrero, integrantes del Comité Administrativo del albergue alpino Miguel Hidalgo. Se desarrollaba el “Ciclo de Conferencias de Escalada 2008”.

Para mi sorpresa se habían reunido escaladores de generaciones anteriores y posteriores a la mía. Tan feliz circunstancia me dio la pauta para alejarme de los relatos de montaña, con frecuencia llenos de egomanía. ¿Habían subido los escaladores, algunos procedentes de lejanas tierras, hasta aquel refugio en lo alto de la Sierra de Pachuca sólo para oír hablar de escalada a otro escalador?

Ocupé no más de quince minutos hablando de algunas escaladas. De inmediato pasé a hacer reflexiones, dirigidas a mí mismo, tales como: “¿Por qué los escaladores de más de cincuenta años de edad ya no van a las montañas?”,etc. Automáticamente, los ahí presentes, hicieron suya la conferencia y cinco horas después seguíamos intercambiando puntos de vista. Abandonar el monólogo y pasar a la discusión dialéctica siempre da resultados positivos para todos. Afuera la helada tormenta golpeaba los grandes ventanales del albergue pero en el interior debatíamos fraternal y apasionadamente.

Tuve la fortuna de encontrar a escaladores que varias décadas atrás habían sido mis maestros en la montaña, como el caso de Raúl Pérez, de Pachuca. Saludé a mi gran amigo Raúl Revilla. Encontré al veterano y gran montañista Eder Monroy. Durante cuarenta años escuché hablar de él como uno de los pioneros del montañismo hidalguense sin haber tenido la oportunidad de conocerlo. Tuve la fortuna de conocer también a Efrén Bonilla y a Alfredo Velázquez, a la sazón, éste último, presidente de la Federación Mexicana de Deportes de Montaña y Escalada, A. C. (FMDME). Ambos pertenecientes a generaciones de más acá, con proyectos para realizare en las lejanas montañas del extranjero como sólo los jóvenes lo pueden soñar y realizar. También conocí a Carlos Velázquez, hermano de Tomás Velázquez (fallecido unos 15 años atrás).

Después los perdí de vista a todos y no sé hasta donde han caminado con el propósito de escribir. Por mi parte ofrezco en esta página los trabajos que aun conservo. Mucho me hubiera gustado incluir aquí el libro Los mexicanos en la ruta de los polacos, que relata la expedición nuestra al filo noreste del Aconcagua en 1974. Se trata de la suma de tantas faltas, no técnicas, pero sí de conducta, que estoy seguro sería de mucha utilidad para los que en el futuro sean responsables de una expedición al extranjero. Pero mi último ejemplar lo presté a Mario Campos Borges y no me lo ha regresado.

Por fortuna al filo de la medianoche llegamos a dos conclusiones: (1) los montañistas dejan de ir a la montaña porque no hay retroalimentación mediante la práctica de leer y de escribir de alpinismo. De alpinismo de todo el mundo. (2) nos gusta escribir lo exitoso y callamos deliberadamente los errores. Con el tiempo todo mundo se aburre de leer relatos maquillados. Con el nefasto resultado que los libros no se venden y las editoriales deciden ya no publicar de alpinismo…

Al final me pareció que el resultado de la jornada había alcanzado el entusiasta compromiso de escribir, escribir y más escribir.

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